Sexóloga y Psicóloga de la Universidad de
Buenos Aires
Estudios especializados en clínica
sexológica (C.E.T.I.S.). Dos diplomaturas universitarias en salud sexual
(U.A.I.)
Miembro de la Comisión Científica de FESEA (Federación Sexológica Argentina)
Sexóloga acreditada y miembro de SASH. Coach sexual (I.C.P.).
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4589-5079 / 15-5958-1111 - Lic. Celia Laniado (UBA) - Bs As, Argentina |
Masturbación y Soledad
En “Sexualidad y soledad”, el
filósofo francés Michel Foucault y el historiador canadiense Richard Sennet
discuten por qué la masturbación estuvo tan prohibida durante la etapa
cristiana de nuestra cultura.
Una primera razón es que la masturbación no genera
descendencia, inducida ésta por todos los pueblos para incrementar la
población.
La otra es que como placer solitario la masturbación reconoce
al propio cuerpo con derecho al goce sin pedir permiso a nadie, como acción
individualista, autoafirmativa, sin esclavitud a los mandatos de dominancia
alguna.
Los poderosos quieren legislar el placer de sus siervos.
En nuestra cultura actual los niños saben que si se los
sorprende masturbándose serán castigados, o retados o se les reconvendrá de
las consecuencias negativas de esa acción.
El reproche es peor para las mujeres, a quienes se nos
consideran con menos deseo que a los varones. Ellos, por el solo hecho de
orinar entran en contacto con su órgano de placer y reproducción descubren
cosas. Por eso se los disculpa. Las mujeres debemos investigar nuestro
clítoris, para encontrar el centro del placer sexual.
Los adolescentes tienen un enorme tabú aprendido sobre la
masturbación y estigmatizan a quien se masturba con los rótulos populares de “pajero”,
aplicado a todo aquel que no quiere acompañarlos en sus salidas, al joven
estudioso, al que no le gustan las chicas, a quien quieren insultar, a quien
sale de la norma. Es un término multiuso.
Siempre degradante.
Historia Salteada
Todo empezó con Onán. Dice la Biblia que
según la tradición Onán debía casarse y fecundar a su cuñada viuda. Onán se
negó y se masturbó. Jehová lo retó. Pero parece que no le castigó por la
masturbación sino por haber derramado el semen, y por no haber permitido así
perpetuar la estirpe de su hermano, desobedeciendo el mandato divino de
”Creced y multiplicaos”
Onán quedó inmortalizado en el término “onanismo” como
sinónimo de masturbación, que para los sectores confesionales fundamentalistas
es un pecado.
Saltando muchas vallas temporales, en el siglo XVIII, de las
Luces, al iniciarse la inquietud científica, todo debía ser explicado pero el
conocimiento no llegaba a la población.
Los marginales de París, (prostitutas, enfermos mentales,
ladrones, sifilíticos) eran encerrados en los leprosarios. Allí, encadenaban
a los locos peligrosos y a la escoria abandonada por la sociedad ilustrada .
Los miserables pasaban las largas horas de encierro matizadas por la
masturbación.
La conclusión precientífica de los observadores voluntarios
fue: “Estos están locos porque se masturban. Él es sifilítico porque se
masturba. Ella es una mujer de mala vida porque se masturba”.
Consideraban que el efecto era la causa del mal que aislaba a
esos pobres seres.
Ignoraban que sus únicos momentos de conexión con su cuerpo era la
autoestimulación, como llamamos la gente de Sexología a esa palabra tan
denigrante.
“Más-turbación”: podría interpretarse así”Encima de todos
los problemas que tengo que soportar en el diario trajinar, tengo que aceptar
que mi cuerpo tiene sensaciones, y que ellas son agradables. Pero debo
resistirlas. “por eso turba más la autoestimulación”. Porque todos debemos
hacernos cargo de que tenemos cuerpo además de ser seres
psíquico-espirituales.
Masturbación y educación sexual- Mensaje a quienes se masturban: Si lo hacen:
No les saldrán pelos en la mano.
No se volverán locos.
No se privarán de tener buenas relaciones sexuales con un ser
amado
Ejemplos de la embriología: Se masturba el feto en el útero
materno, como se ve en las ecografías prenatales. No se lo enseñó ningún ser
demoníaco. Ni leyó un tratado de Sexología. Ni influyó en él ninguna mala
compañía. Sencillamente es un acto natural, sano, placentero, con el que no
perjudica a nadie. Así se inician los juegos exploratorios corporales que
seguirán durante toda la infancia como un aprendizaje de placer
Cuando una persona está en pareja y se masturba no es
necesariamente porque la pareja es insatisfactoria.
La autoestimulación es un placer íntimo, diferente de la más
bella relación sexual.
No le hace daño a la pareja. Ni demuestra que o ella o él son
sexualmente incompetentes.
Lo único malo de la masturbación es la culpa que algunos
grupos confesionales han impreso desde siglos en la mente de sus seguidores
demonizando la autoestimulación.
En la Educación Sexual hay que enseñarles a los niños que la
masturbación es un acto privado. No es obligatorio hacerlo ni debe practicarlo
públicamente pues nuestra cultura es muy represiva con todo lo que sea
demostrar el placer corporal.
Hay gente que no se masturba nunca y se siente bien.
Hay gente que se masturba lo que quiere y está bien.
Hay gente que se masturba compulsivamente y está mal, no por
el acto en sí, sino porque ella se siente mal. Ellos deben ir a consultar para
armonizar sus deseos y su acción.
Reflexión final:
Pensando que las hormonas juveniles existen
y que la represión de la excitación produce consecuencias difíciles de
revertir en la posterior vida sexual matrimonial:
¿Con qué cuota de convicción podemos imponer a los
adolescentes que no se masturben, no se toquen, no tengan relaciones
prematrimoniales? Pensemos que la edad promedio del casamiento es 24-28 años.
¿A que tortura queremos condenar a nuestros jóvenes en el
tiempo entre su pubertad y la formación de su pareja conyugal? ¿Seguimos
siendo puro espíritu? ¿El cuerpo está endemoniado?
No lo creemos.
Isabel
Boschi
Psicóloga y Sexóloga. Presidenta de FESEA ( Fundación Sexológica Argentina)
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