Sexóloga y Psicóloga de la Universidad de
Buenos Aires
Estudios especializados en clínica
sexológica (C.E.T.I.S.). Dos diplomaturas universitarias en salud sexual
(U.A.I.)
Miembro de la Comisión Científica de FESEA (Federación Sexológica Argentina)
Sexóloga acreditada y miembro de SASH. Coach sexual (I.C.P.).
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4589-5079 / 15-5958-1111 - Lic. Celia Laniado (UBA) - Bs As, Argentina |
PAREJAS AL BORDE DE LA SEPARACIÓN
La mayoría de las parejas con
profundos conflictos juegan con la idea de la separación.
Generalmente uno o
ambos miembros atraviesan una etapa relativamente prolongada de ambivalencias,
dudas, ambigüedades y culpas.
Evalúan una y
otra vez los pro y los contras de la separación y pueden quedar estancadas en
ese balance. No invierten aportes positivos en la relación pero tampoco la
desmantelan completamente.
Hay parejas
que viven juntas este proceso, otras lo comienzan a vivir cuando uno de los
miembros llegó a la decisión de separarse y el otro recién se “entera”. Para
uno de ellos la relación es “insalvable” y para el otro es “viable”. Tienen
que mostrar o demostrarse la insatisfacción o la importancia del vínculo.
Comúnmente el
miembro que es activo para la separación presenta una visión negativa de la
historia de la pareja y de la relación actual: “desde la luna de miel me dí
cuenta que no era para mí”, “mi familia siempre me lo dijo”.
Esta visión
puede estar teñida por la necesidad de la separación y no tanto por los
hechos concretos vividos.
Se busca un hilo conductor negativo que valide la separación.
Existen diversas maneras de resolución de este proceso, voy a
enumerar las más comunes:
- Dos temas básicos giran en torno a la separación: el económico y los
hijos. Estos temas pueden tener un peso determinante para la decisión y es
conveniente que así sea, siempre y cuando no exista una tensión que los lleve
a la violencia y/o a la enfermedad.
- Algunas parejas deciden mantener el statu-quo con
la esperanza que el tiempo solucione lo que ellos sienten que no pueden.
- Otras se
proponen alcanzar un logro o aumentar las responsabilidades para salvar la
relación: hijos, casa, viajes etc.
- Es frecuente que miembros insatisfechos encuentren un amor
“extra pareja”que los compense del aburrimiento o desgaste y les de el
empujón para abandonarla.
El tercero
pone en marcha la decisión de la ruptura.
Vale la pena reflexionar sobre lo vivido con la pareja: aspectos
positivos y gratificantes junto con los negativos y difíciles. Tratar de
considerar la relación de pareja en sí misma y no desde la óptica del
impredecible tercero.
La nueva relación tendrá que sobrellevar: el dolor de la
ruptura de la anterior relación o la falta de estímulos que se perdieron
ante la inexistencia del “secreto”.
- Existen los que no se separan porque no pueden lidiar con
los sentimientos de pérdida y soledad. Eligen estar solos con el “otro”.
- Hay miembros que sienten que están completamente
insatisfechos y asumen los riesgos de una separación con la esperanza de vivir
mejor.
- Las más afortunadas resuelven la crisis y siguen adelante
enriquecidas, aunque no siempre logran resolver el problema, si no que
aprenden a vivir con él, resaltando lo positivo de la relación. Saben que
tener una pareja armoniosa no es sinónimo de perfección, pero si que requiere
de una buena predisposición:”querer estar”
Muchas
parejas que viven al borde de la separación concurren a terapia individual o
de pareja.
La orientación más conveniente es TERAPIA DE PAREJA para que tengan la posibilidad de revisar, modificar y repensar su relación. El pronóstico es incierto pero se han dado a sí mismos y al otro la oportunidad de clarificar, ampliando la visión de ambos.
Lic. Ana María Cirio